Uno de los mitos de la historia económica española es que el expresidente Jose María Aznar liberalizó el suelo y que ello pudo ser el inicio de la burbuja inmobiliaria, ¿pero qué hay de verdad en esto? Lo comentaré en este post y seguiré analizando otros mitos económicos como el rescate a la banca que no fue tal sino que fue a las cajas de ahorro, pero eso será en otra publicación.
Jose María Aznar.
Amado y odiado por muchos Jose María Aznar fue presidente del gobierno de España entre los años 1996 y 2004. Participó en las elecciones generales del 3 de marzo de 1996 al frente de la candidatura del Partido Popular. Pero antes de esto ocurrió un suceso que pudo haber sido trágico y es que sufrió un atentado el 19 de abril de 1995 a manos de los terroristas socialistas de Euskadi Ta Askatasuna (ETA).
Después de esto ganó las elecciones y consiguió ser presidente del gobierno con el apoyo de CiU (Convergència i Unió), PNV (Partido Nacionalista Vasco) y CC (Coalición Canaria) ya que no logró la mayoria absoluta. La conseguiría en las siguientes elecciones del 12 de marzo del 2000 que daría comienzo a su segunda legislatura la cual sería la última y esto quiere decir que dejó la presidencia en 2004 tras estar al frente de España 8 años.
Cita de Aznar relativa a lo que deseaba para España:
Quiero que España sea una nación cada día más fuerte, más importante y más pujante en el mundo.
En temas económicos España pasó de un PIB (Producto Interior Bruto) de 487.992M.€ a un PIB de 861.420M.€ (PIB per capita de 20.100€). La deuda pública bajó en porcentaje respecto al PIB y llegó a descender realmente en 2003. Por último y para no llenar esto de datos se redujo la tasa de desempleo a casi la mitad, de 20,1% a 11,2%.
Ahora apartamos toda la información dada hasta el momento que sirve de introducción para irnos al tema de la liberalización del suelo.
La falsa liberalización.
Para empezar debemos entender que el desarrollo urbanístico de España está sometido a la administración pública. Primero el suelo es clasificado por ésta en urbano, urbanizable y no urbanizable, y segundo deciden las condiciones en las que se urbaniza. Estamos ante un modelo completamente estatista.
Veamos lo que dice la ley de «liberalización del suelo» del gobierno de Aznar (Ley 6/1998): «EI suelo que, a los efectos de esta Ley, no tenga la condición de urbano o de no urbanizable, tendrá la consideración de suelo urbanizable, y podrá ser objeto de transformación en los términos establecidos en la legislación urbanística y el planeamiento aplicable» (artículo 10).
Este artículo 10 fue un paso en la liberalización del suelo pero se encontró con un gran problema y es que esta ley estatal no podía cambiar la legislación de todas y cada una de las autonomías sino que estas debían de hacerlo ellas mismas. Obviamente si las autonomías hacen caso omiso como si aquí no hubiera pasado nada seguiría vigente la antigua ley y no la nueva (muchas de ellas retrasaron su aprobación).
El gran fallo de la ley es que tiene los pasos a seguir para retrasarla sin límite, no se había establecido un plazo para tener que modificar la legislación urbanística. Pero el desastre llega completamente con el artículo 9 apartado 2 que posibilita la declaración de un suelo como no urbanizable por cualquier causa. Es decir, todas esas autonomías que no retrasaron la aprobación de la ley, buscaron nuevas justificaciones para declarar un suelo no urbanizable.
Al final una sentencia del Tribunal Constitucional terminó por cargarse la ley en el año 2001 ya que se consideró ilegal que uno, la administración central regulase las condiciones de urbanización de las distintas comunidades autónomas del país y dos, defendió el margen de las autonomías para dar cualquier motivo para que no se urbanizara un suelo.
¿Por qué creer si es falso?
La razón es clara y es para oponerse a cualquier intento de reforma que liberalice el suelo el cual llevaría a las autonomías y los ayuntamientos a dejar de manejar el terreno a su antojo, capricho y beneficio.
¿Qué hacer con la subida del alquiler y los pisos?
La solución a este problema pasa por liberalizar el suelo de verdad no como se intentó y es más, solo querían cambiar la clasificación del suelo no las condiciones de urbanización que ponen los ayuntamientos o autonomías. Se necesita oferta allí donde la demanda crece porque a mayor oferta los precios bajarán pero si tenemos como ahora una oferta limitada hará que los precios suban. La solución de la izquierda es limitar los precios pero eso solo causaría un ataque a la propiedad privada y una falsa resolución del problema ya que seguiría habiendo muchos demandantes de vivienda en alquiler o en venta.
Conclusión.
No, definitivamente Aznar no liberalizó el suelo y no fue esa ley que pretendía ser liberal la causante de la crisis inmobiliaria. No hay que quitarles el ojo a los que de verdad son los causantes de los males de España, los políticos y su preciado Estado.
TODO ES POLÍTICA 